Cuando empecé no me dí cuenta que necesito estar en un estado mental y físico distinto para cada una de las tareas que tengo que hacer. Para algunas, necesito luz, una mesa y una taza de café, para otras, necesito estar sentada en un banco, bebiendo un zumo de maracuyá, y mirando a la gente pasar, y para ciertas, necesito estar en mi cama con la luz del atardecer que entra por la ventana y Cigarette after Sex en Spotify. Así que he entendido que para ser productiva, necesito cambiar de espacios de trabajo, de mi cama a un coworking, pasando por un café o la plaza más cercana.